miércoles, 12 de enero de 2011

LA SUMA PERFECTA

Cuando escucho hablar de Nueva Zelanda lo primero que pienso es un lugar verde, lleno de vegetación al otro lado, literalmente, del mundo. Y no me equivoco en ninguna de las dos cosas. Este país cuenta con un territorio de gran riqueza natural que posee una geografía que permite experimentar las sensaciones que transmiten el bosque, la playa, el desierto y también grandes ciudades cosmopolitas como su capital Auckland City, con una arquitectura impresionante que se encuentra entre Seattle y Tokio. Y, al contrario que aquí, Enero es su mes más caluroso y Julio su mes más frío.

Nueva Zelanda está compuesta por la Isla Norte y la Isla Sur, ambas separadas por los 32 kilómetros del estrecho de Cook. La playa está presente en todo el país, además de por ser una isla, porque no hay ningún punto que quede a más de 120 kilómetros de distancia de la costa.

El único inconveniente que tiene este país es el gran desembolso de dinero que supone llegar hasta él. Por ello, es muy común viajar en Motorhome, es decir, autocaravana. Una vez que llegan a Nueva Zelanda, multitud de turistas optan por esta forma de visitar el país, ideal para disfrutar de la naturaleza y las vistas que puede ofrecer.

Sin embargo, yo me voy a centrar en la ciudad de Auckland, que pronto visitaré aunque después de saber que se asienta sobre un campo de volcanes compuesto por 50 chimeneas en forma de conos, lagos, lagunas, islas y depresiones me está dando un poco de miedo. Menos mal que individualmente los volcanes están extintos. Pero solo puedo encontrar este pequeño inconveniente ya que esta ciudad, aunque no es la capital (Wellington) es la más importante y grande del país, solo esta ciudad cuenta con más de la cuarta parte de los habitantes de toda Nueva Zelanda. Es una de las pocas ciudades del mundo que dispone de dos puertos en dos cuerpos de agua distintos. Al norte se encuentra la península de Whangaparoa y al sur las Bombay Hills pero lo que más me gusta es que goza de más de 2.000 horas del sol al año y si se lo sumamos a la multitud de playas y distintos tipos de mares y océanos que la rodean, se convierte en una ciudad perfecta.



Pero además de la geografía y el clima, la educación es una de las mejores del mundo, así como su estilo de vida y su amplia oferta cultural.

En definitiva, este país es una suma perfecta de la virginidad de la naturaleza y de la tecnología del hombre moderno. Y estos vídeos son una muestra de ello.







Fuentes:
http://www.wikio.es/internacional/oceania/nueva_zelanda
http://www.newzealand.cl/geografia.htm
http://www.nuevazelanda.net/
http://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_Zelanda

martes, 11 de enero de 2011

LA PEOR CIUDAD DEL MUNDO PARA VIVIR

Así es como hoy han titulado en todos los medios de comunicación una noticia que me ha impactado. Cuatro ha emitido una noticia muy interesante que he encontrado también en ABC o finanzas.com. Después de ver esto tengo que hacer un breve inciso en mi trilogía sobre Oceanía.

La ciudad se llama Norislk y se encuentra en Siberia, al norte de Rusia. De hecho, según Cuatro, es la ciudad ubicada más al norte del mundo por lo que soporta temperaturas que alcanzan los 56 grados bajo cero, vientos de hasta 25 metros por segundo y, si no fuera poco, 45 días de noche permanente al año.

Pero el clima no es lo único que ha hecho a esta ciudad ganarse ese título, se trata de que se encuentra en la lista de las 10 ciudades más contaminadas del mundo. Esta es la foto que hoy ha hecho noticia:


Unas 230.000 personas viven en esta ciudad que les hace tener una esperanza de vida de 46 años. Ahora bien, nadie vive en la calle (porque si no morirían) y todos tienen trabajo en el lugar que los contamina. Se trata de MMC Norilsk Nickel, compañía minera que exporta el níquel de Norilsk, mayor depósito de este mineral del planeta. Así su atmósfera recibe cada año unas 4 millones de toneladas de cobre, plomo, níquel, arsénico o selenio y no existe un sólo un árbol en un radio de 48 kilómetros a causa de la lluvia ácida.

Aquí os dejo el vídeo con la noticia de Cuatro.


EL DEMONIO DE TASMANIA

Con esta entrada comenzará la trilogía de Oceanía. Es el continente más pequeño del planeta y también el menos conocido. Está formado por la plataforma continental de Australia, las islas de Nueva Zelanda y Nueva Guinea, y los archipiélagos coralinos y volcánicos de Micronesia, Polinesia y Melanesia.



            Pero hoy os voy a hablar de la isla de Tasmania. Seguramente todo el mundo la haya escuchado nombrar gracias al diablo de Tazmania, un loco animado creado por la productora Warner. Pero este demonio no existe solo en los dibujos.



            También existe en la realidad pero no es tan entrañable como lo imaginamos. Se trata de un marsupial carnívoro que solo se encuentra en este estado de Australia, país mundialmente conocido por animales como el koala y el canguro, claro que estos últimos no son ni sanguinarios ni feroces.




            Su escalofriante grito, su color negro, y una reputación de mal temperamento llevó a los primeros colonos europeos a llamarlo "El Demonio". A pesar de que tiene solamente el tamaño de un pequeño perro (60 centímetros), es el marsupial carnívoro más grande del mundo y puede sonar y verse increíblemente feroz. Se alimentan generalmente de otros pequeños mamíferos y reptiles, además de comer los restos de todo tipo de animales muertos.
            Los demonios se encuentran en toda la isla, desde las cosas hasta las montañas. En la actualidad estos animales son particularmente comunes en distritos del norte, este o centrales, en donde muchas practicas granjeras proveen mucha carroña. Los demonios de Tasmania pueden ser vistos en muchas áreas rurales y salvajes, además de parques nacionales, como Narawntapu, Mt. William, Cradle Mt, "the Arthur River" y otras áreas con lagos. Pero también sobreviven en las zonas costeras, en los bosques abiertos y secos de eucaliptos, y en selvas mixtas, de hecho, en cualquier lugar en donde puedan esconderse y buscar refugio de día y buscar comida de noche.
            Desde 2009 y debido un cáncer letal que amenaza su supervivencia, se ha incluido en la lista de especies en peligro de extinción. Se trata de un extraño tumor facial que se transmite por un mordisco y que afecta únicamente a esta especie impidiéndoles la alimentación. Así, desde que fuese identificada en 1996 se ha reducido en un 70% la población de este animal.

Fuentes:


domingo, 9 de enero de 2011

LA ANTIGUA POMPEYA

Hoy he encontrado una noticia que me ha impactado. La Voz de Cádiz publicó el día 26 de octubre: “En Pompeya se consumía salazón de Cádiz antes de la erupción del Vesubio”.  (Os dejo el link para los que quiera leerla: http://www.lavozdigital.es/cadiz/20101026/mas-actualidad/cultura/pompeya-consumia-salazon-cadiz-201010260822.html )

Esto me hizo pensar en esta singular ciudad, que además de comer salazón gaditano se encuentra sepultada junto a otras ciudades colindantes al volcán Vesubio y que fueron encontradas gracias a un campesino que, quince siglos después de la erupción, quiso excavar un pozo junto a un convento.
calle de Pompeya
La misma lava que calcinó y enterró la ciudad por completo es también la responsable de que hoy en día se conserven en un estado espléndido sus calles, sus casas, sus tiendas, incluido los frescos, mosaicos y pinturas originales que se encontraban en ella. Así, no solo se conoce lo externo, gran parte de la información que hoy se tiene sobre el estilo de vida romano de mediados del s. I d.C. se debe a la erupción de este volcán que, en la actualidad, aún registra actividad sísmica.

Vista interior de una taberna
 Los habitantes de esta ciudad no eran concientes de lo que estaba sucediendo. Días antes del desastre el volcán empezó a registrar intensidad mediante terremotos pero los habitantes ya estaban bastante acostumbrados a este tipo de actividad y no le dieron demasiada importancia.
Pero los habitantes de Pompeya no sólo murieron calcinados, el volcán también provocó una lluvia de ceniza volcánica y toneladas de piedras pómez así como la dispersión de gases tóxicos a través de 20 kilómetros a la redonda que rompieron los tejados de algunas casas, abnegaron los barcos de apoyo e intoxicaron a los ciudadanos, respectivamente.
Estudios posteriores han revelado que el Vesubio unificó todas las fases más nocivas y mortales de los volcanes. Pompeya, habitada por unas 20.000 personas y Herculano quedó reducida a cenizas, a día de hoy pueden verse los moldes que los arqueólogos han hecho de los cuerpos petrificados de los fallecidos, así como de animales.

Restos humanos en moldes de yeso
 En 2003, TVE y la BBC produjeron Pompeya: El último día, dirigida por Peter Nicholson. Esta película documental no hubiera sido posible sin la crónica escrita por Plinio el Joven, así como sus cartas escritas al emperador Trajano donde le contaba lo que estaba sucediendo. Y la recreación de los personajes está basada tanto en las investigaciones históricas como en los esqueletos y moldes, perfectamente conservados, de las víctimas. No es un peliculón ni nada de eso pero os recomiendo que la veáis. Así como este video que hace un recorrido por la ciudad.




jueves, 6 de enero de 2011

¿ESQUIAR EN ÁFRICA?

Suena raro, ¿verdad? Con solo nombrar África lo primero que viene a la mente es un interminable y caluroso desierto que llega hasta el infinito. Pero en los 30.000 kilómetros cuadrados que ocupa el territorio de Lesoto (semejante a Galicia o a Bélgica) se eleva a un mínimo de 1.500 metros de altura. La más alta, de 3.841 metros es Thabana Ntleyana. Pero, además, se precia de un sinfín de las cosas “más altas de África” que van desde un pub hasta los 200 metros de la catarata Maletsunyane (más alta que las Victoria) donde se puede hacer el descenso de rápel más alto del mundo, según el Libro Guinnes de los récords, que puede durar hasta más de media hora. Eso si uno se arriesga. Porque si cree en la leyenda local según la cual en su base habita una serpiente gigante, preferirá evitar el contacto físico con la fuente de agua, y dedicarse mejor a su contemplación.


Pero, sin duda, lo mejor de Lesoto es su oferta turística porque no es necesario haber montado nunca a caballo para disfrutar de uno de los clásicos de este país: un pony trekking, es decir, unas cabalgatas que pueden llegar a los seis días de duración y que permiten pernoctar en cabañas en diferentes aldeas y conocer así la cultura de un pueblo que se enorgullece de no haber sido conquistado o colonizado nunca y que todavía mide las distancias en el tiempo que tardan las caballerías.

 


La historia de este país, que geográficamente es un enclave dentro de Sudáfrica, está íntimamente ligada a su fundador, Moshoeshoe I que en los años primeros del s. XIX tuvo que pedir ayuda a los Gran Bretaña para convertir Lesoto en un protectorado británico.

Así, no es de extrañar que haya nieve perpetua en alguno de sus picos, que los vestidos tradicionales en uso vengan en forma de gruesas mantas bien coloridas, que el medio de transporte de preferencia sean los caballos, los burros y los ponis y que uno pueda volver a casa diciendo que ha esquiado en África. Más allá del sinnúmero de actividades al aire libre que ofrece Lesoto: desde hacer rápel hasta senderismo, de montar a caballo a ir en canoa, de pescar truchas a, efectivamente, esquiar en invierno.

Fuentes:

lunes, 3 de enero de 2011

LA PEREZA DE NAVIDAD


Son pocos los que utilizan las vacaciones de Navidad para ponerse manos a la obra con cualquier actividad que tenga que llevar al día. Por ejemplo, son pocos los estudiantes que utilizan estos días para ir adelantando trabajo que tengan que entregar al regreso de navidades o para ir estudiando los exámenes de febrero. Yo soy uno de esos estudiantes que no hacen nada en Navidad, pero me propuse para 2011 cambiar eso. A diferencia del resto de los años que también me lo propuse, y a diferencia del resto de los estudiantes que también se lo proponen, yo he cumplido. Ahora, mientras estoy fuera de casa disfrutando las vacaciones, también aprovecho para ir recavando ideas para mis trabajos. Y ayer me surgió una mientras hablaba con un amigo cuando me sugirió que podría escribir sobre Babia. Pero decidí algo mucho mejor, escribir sobre otras expresiones en las que también se utilicen nombres de ciudades.
            La primera, como no podría ser de otra forma, origen de este post, es “ESTAR EN BABIA”. Pues para los que no lo sepan, como yo antes de que José (mi amigo del que os he hablado antes) me lo contara, Babia es una comarca que se encuentra al norte de la provincia de León. Esta expresión surge de la Edad Media ya que Babia era un paraje idílico donde abundaba la caza. Así, los reyes de León la eligieron como zona de descanso, donde se liberaban de los negocios de la corte y de las intrigas palaciegas. Cuando se ausentaban de palacio, los vasallos se inquietaban y cuando se preguntaban por los reyes siempre se les respondía: “Los reyes están en Babia”, sin más explicaciones. Era suficiente con esta frase para comprender que estaban de descanso, de relax de toda la actividad que significaba ser rey. Esta frase pasó a convertirse en una expresión proverbial y se usa cuando alguien se desentiende, voluntaria o involuntariamente, de sus obligaciones, así como cuando alguien se distrae y pierde la atención.
            Aunque parezca mentira, y no ha sido por pereza, no he encontrado muchas expresiones que utilicen nombres de ciudades pero aquí os dejo algunas como: ARMARSE LA DE SAN QUINTÍN”, cuando ocurre algún gran altercado o discusión. Esta expresión se debe a la batalla de San Quintín en 1557 cuando las tropas españolas asentadas en Flandes invadieron el norte de Francia. La carnicería fue de tal magnitud como para implantarse esta frase.
            Otra expresión que también os sonará es “COMO LOS DE FUENTEOVEJUNA, TODOS A UNA”. Se refiere a la necesidad de ser solidarios. También alude a un hecho histórico que ocurrió en el s.XV pero su fama se debe a la obra teatral Fuenteovejuna, de Lope de Vega. En esta historia se cuenta como todos los habitantes de un pueblo defienden a una joven aldeana que logra escapar de los actos ofensivos del comendador y consigue la sublevación.
            “IRSE POR LOS CERROS DE ÚBEDA” también es una locución muy conocida. Sin embargo, la mayoría de las personas que la utilicen no conocerán los porqués de su uso y lo afirmo porque aunque le tengo un apego especial porque suelo escucharla muchas veces, hasta ahora no había conocido su historia que tiene origen en la reconquista musulmana de la ciudad jiennense de Úbeda (1234). Parece ser que uno de los más importantes capitanes del rey Fernando III, desapareció instantes antes de entrar en combate y se presentó en la ciudad una vez que había sido reconquistada. Al preguntarle el rey dónde había estado, el otro, ni corto ni perezoso, contestó que se había perdido por los cerros de Úbeda. La frase fue tomada irónicamente por los cortesanos y soldados y se perpetuó como signo de cobardía. Aunque actualmente se usa para expresar que alguien, al hablar, se pierde en divagaciones innecesarias, cambia de tema de conversación o responde a lo que se le pregunta con algo que no tiene nada que ver con la cuestión.
            Por último tengo que destacar la archiconocida “QUIEN SE FUE A SEVILLA PERDIÓ SU SILLA”, a la que en mi pueblo contestarían: “Y QUIEN LLEGÓ A MOGUER LA COGIÓ OTRA VEZ”. Pues me he puesto muy triste cuando me he leído que está mal usada. En principio era “Quien se fue de Sevilla perdió su silla”. Este dicho se le atribuye a una anécdota protagonizada por Alonso de Fonseca y su sobrino. Don Alonso le dijo a su sobrino que tomara posesión del obispado de Compostela en Galicia. El muchacho lo intentó, pero como era muy joven, las continuas disputas eclesiásticas le hicieron volver junto a su tío. Don Alonso decidió tomar cartas en el asunto. Cedió su propio arzobispado en Sevilla a su sobrino y se fue a Santiago a poner orden en aquella diócesis. Resuelto el problema, fundó el Colegio de Fonseca en Santiago y otro, con el mismo nombre, en Salamanca. Pero cuando quiso volver a su puesto en Sevilla, el sobrino no quiso cederle el cargo, diciendo: “Quien se fue de Sevilla, perdió su silla”.
            Pues sin más, deciros que la pereza de Navidad no se adueñe de vosotros y ¡COMENTADME!